Congelamiento de la Marcha y la Pérdida del Quórum Propio del Cuerpo Cuando el cuerpo deja de confiar en el siguiente paso
Congelamiento de la Marcha y la Pérdida del Quórum Propio del Cuerpo
Cuando el cuerpo deja de confiar en el siguiente paso
Artículo de referencia
Déficits de integración sensorial en la enfermedad de Parkinson con congelamiento de la marcha: dinámica de redes corticales y modulación dopaminérgica paradójica. Journal of Neurology, 2025.
Cuando caminar se vuelve una negociación
El Freezing of Gait (FOG) es ese momento aterrador en el que las piernas saben que deberían moverse, la orden ya salió de la mente, pero el paso simplemente no ocurre. Personas con Parkinson lo describen como si los pies quedaran “pegados al suelo”, incluso en un pasillo que han recorrido mil veces.
En este artículo, los autores muestran que el FOG no es solo una falla motora, sino un colapso en la forma en que el cuerpo integra información sensorial y organiza su propio “voto” interno sobre dónde y cómo moverse.
En nuestro vocabulario de neurociencia decolonial, este es el instante en que el Cuerpo-Territorio pierde su quórum: los tejidos y redes que normalmente acuerdan “podemos avanzar” dejan de alcanzar consenso sobre el siguiente paso.
Quórum del Cuerpo-Territorio: cuando sentir, planificar y actuar deben coincidir
En una persona que camina con salud, cada paso es un evento de Quorum Sensing Humano:
propiocepción (articulaciones, músculos, plantas de los pies),
visión (puertas estrechas, pendientes, obstáculos),
señales vestibulares (gravedad, aceleración),
y redes corticales (SMA, M1, S1, SAC, PFC, FEF)
convergen para formar un “sí, nos movemos ahora” rápido y encarnado.
La Mente Damasiana lo siente como un flujo casi continuo: cuerpo, entorno e intención se sincronizan, y el paso emerge sin cálculo consciente. El Cuerpo-Territorio confía en sí mismo.
El estudio de Journal of Neurology muestra que en Parkinson con FOG, ese quórum es frágil. Cuando las condiciones de marcha se vuelven más complejas —espuma, pasillos estrechos, pendientes— el sistema que debería reponderar las entradas sensoriales y reconfigurar la conectividad falla en adaptarse con flexibilidad.
Lo que revelan los datos de fNIRS: hiperconectividad sin adaptación real
Los autores usaron fNIRS portátil mientras tres grupos caminaban:
controles sanos,
personas con Parkinson sin FOG (PD-nFOG),
personas con Parkinson con FOG (PD-FOG),
a través de cuatro tareas ecológicas: suelo plano, espuma, puerta estrecha y pendiente.
Algunos patrones clave:
Todas las personas con Parkinson caminaron más lento que los controles, y PD-FOG caminó más lento que PD-nFOG.
A nivel cortical, las personas con Parkinson mostraron hiperactivación e hiperconectividad sensorimotora, especialmente entre regiones somatosensoriales, motoras, de asociación y prefrontales durante condiciones desafiantes.
PD-nFOG todavía logró cierta modulación adaptativa: la conectividad cambió con la dificultad de la tarea, como si el cerebro se reconfigurara para afrontar el desafío.
PD-FOG mostró hiperconectividad sin modulación adaptativa: redes “sobreconectadas” pero sin reorganización flexible a medida que cambian las condiciones.
En nuestro lenguaje, el Cuerpo-Territorio en PD-FOG está ruidoso pero no inteligente: muchos canales hablan a la vez, pero no convergen hacia un quórum estable sobre el siguiente paso.
Dopamina como voto de doble filo
El estudio también comparó estados OFF y ON medicación. La medicación dopaminérgica:
mejoró la velocidad de la marcha,
redujo parcialmente episodios de congelamiento y su duración en algunas condiciones,
pero produjo cambios complejos, a veces paradójicos, en activación y conectividad cortical.
En PD-FOG, la medicación a menudo suprimió la activación en S1 y M1 durante las tareas sensoriales más exigentes y alteró la conectividad fronto-parietal de maneras que no siempre restauran patrones “tipo sano”. El fármaco ayuda en algunos aspectos del desempeño, pero no reconstruye por completo la integración sensorial perdida ni la reconfiguración flexible de redes.
Desde la perspectiva de los Eus Tensionales, la dopamina puede fortalecer ciertos “eus” habituales (programas motores automatizados) mientras el quórum sensorial–cognitivo sigue inestable. El cuerpo se mueve más rápido, pero aún no recupera del todo la confianza en dónde y cómo moverse.
El congelamiento como colapso de un proceso democrático interno
Si describimos cada red funcional como un “bloque de votación” dentro del Cuerpo-Territorio, el FOG es lo que ocurre cuando:
bloques sensoriales (S1, SAC, integración visual/propioceptiva),
bloques motores (SMA, M1),
y bloques supervisores (PFC, FEF)
no logran un acuerdo dinámico bajo estrés.
En PD-nFOG, el sistema todavía recalibra: la conectividad cambia cuando las tareas se vuelven más difíciles, señal de que la democracia interna del cuerpo sigue viva.
En PD-FOG, esa recalibración falta. Los datos muestran:
patrones de conectividad más rígidos,
acoplamiento exagerado entre áreas sensoriales y motoras,
y menor modulación dependiente de la tarea.
El resultado: la Mente Damasiana recibe información contradictoria desde su propio Cuerpo-Territorio. En lugar de un “avanza” claro, el quórum se fractura — y la solución más segura, desde el punto de vista del sistema nervioso, es detenerse.
Hacia una rehabilitación decolonial de la marcha
Este trabajo sugiere direcciones prácticas que resuenan con nuestro marco de Zonas 1–2–3 y Quorum Sensing Humano:
De fuerza pura a democracia sensorial
El entrenamiento de equilibrio y marcha debería desafiar explícitamente la integración sensorial (espuma, espacios estrechos, pendientes) mientras monitorea la adaptación cortical, no solo la cinemática.
Usar fNIRS como barómetro metabólico de confianza
El fNIRS portátil durante la marcha puede mostrarnos cuándo las redes entran en un régimen más flexible, tipo Zona 2 — donde la conectividad cambia con las demandas — versus cuándo permanece rígida e hiperconectada.
Reconstruir el quórum del Cuerpo-Territorio
Las intervenciones pueden enmarcarse como ayudar al Cuerpo-Territorio a reaprender a escuchar sus propios tejidos: que la visión retroceda un poco, que propiocepción y sistema vestibular recuperen su voto, y que el control prefrontal no sobrecargue cada paso.
Releer la medicación como una voz entre muchas
La dopamina pasa a ser un regulador dentro de un ecosistema más amplio de adaptaciones sensoriales y corticales, y no la única llave de la marcha.
En síntesis, este artículo muestra que el Freezing of Gait no es solo “piernas que no obedecen”, sino una pérdida de consenso interno en el Cuerpo-Territorio. Para el cuidado del Parkinson en América Latina, nos llama a diseñar terapias y tecnologías que restauren no solo el movimiento, sino la confianza metabólica de dar el siguiente paso.